Me siento en mi mirada, sin
moverme siquiera de los recodo
oscuros, que la hizo quedarse quieta.
Me escucho en la noche callada,
recosida dentro de mil palabras
ante la sombra del demonio, mi
alma de miedo se impregnaba.
Me dejo ir por mis instintos
aun muy primitivos, muy ocultos.
Me aparto para siempre de las
personas que lleven el rencor,
el odio, por sus venas, porque
yo no se sentirlo siquiera.
Me siento en mi regazo y dejo
volar mis letras, por si acaso
alguien se apiada de ellas.
Me di cuenta tarde, demasiado
tarde, cuando la vida se hacia
una trampilla, y yo por ella
caía.
( mis palabras de loca )
Dentro de los pensares,
hay tonos pasteles llenos
algunos de muchas mieles.
P.D
Esto no va para nadie.
Me escucho en la noche callada,
recosida dentro de mil palabras
ante la sombra del demonio, mi
alma de miedo se impregnaba.
Me dejo ir por mis instintos
aun muy primitivos, muy ocultos.
Me aparto para siempre de las
personas que lleven el rencor,
el odio, por sus venas, porque
yo no se sentirlo siquiera.
Me siento en mi regazo y dejo
volar mis letras, por si acaso
alguien se apiada de ellas.
Me di cuenta tarde, demasiado
tarde, cuando la vida se hacia
una trampilla, y yo por ella
caía.
( mis palabras de loca )
Dentro de los pensares,
hay tonos pasteles llenos
algunos de muchas mieles.
P.D
Esto no va para nadie.
Las personas con rencor nos intoxican. Por eso hay que apartarlas. UN abrazo. carlos
ResponderEliminarMe quedo con esos pasteles llenos de muchas mieles.Besicos
ResponderEliminarHola Embrujo.. Nunca es demasiado tarde, si la dicha es buena..
ResponderEliminarAbrazooss..